Prototipo de parche surge como alternativa a la vacunación contra el COVID-19

Escrito por Benjamín Larraguibel
  • A través de una investigación, se obtuvo un apósito de un centímetro cuadrado que contiene más de 5.000 púas microscópicas.

Los estudios para detener el avance del COVID-19 no cesan. Esta vez, la universidad de Queensland está testeando la forma de suministrar todos los componentes de las vacunas en un parche, con resultados positivos en las pruebas generadas.

Este nuevo método surge como alternativa a los problemas que existen para trasladar las vacunas, las cuales deben mantener una cadena de frío por largas distancias, así como también para aquellos niños que pasan un mal momento durante la vacunación o para aquellas personas que sufren de fobia a las jeringas.

Según los estudios, el parche de prototipo HEXAPRO tiene respuestas positivas contra las variantes del Reino Unido y Sudáfrica del Coronavirus, y funciona mediante la microinyección de 5.000 púas microscópicas, lo que genera pequeñas lesiones cutáneas que a su vez alertan al cuerpo de problemas y desarrollan mayores agentes inmuno defensores, que son finalmente los que reciben la dosis protectora de la vacuna.

Otros estudios

Investigadores de la universidad de Stanford también están desarrollando un modelo para aplicar un parche, pero está vez fabricado en impresión 3D.

En este caso, partieron probando el parche en ratones para medir la efectividad de transferencia de la vacuna y observar cómo reaccionaba el sistema inmunológico.

La evaluación demostró que los linfocitos T y los anticuerpos estimulados por la vacuna, alcanzaron una concentración entre 10 y 50 veces superior en la sangre después de la vacunación con el parche, en comparación con la clásica inyección.

Por su parte, la Universidad de Emory y el Instituto de Tecnología de Georgia, con financiamiento de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, también desarrollaron un parche bajo las mismas directrices contra la gripe. En esta investigación, aplicaron un estudio clínico que generó como resultado la misma inmunidad que la vacuna, aunque la velocidad con que se logró fue más rápida con el parche.

En este último estudio, se apreciaron algunos efectos secundarios como enrojecimiento y picor de la zona donde se aplicó el parche, pero todos los efectos disminuyeron durante los días posteriores de la aplicación del método.

¿Qué te parece la idea de este posible nuevo mecanismo para controlar el avance del COVID-19? Seguro con el paso del tiempo aparecen nuevas posibles soluciones para detener esta pandemia, que a la fecha supera los 5 millones de fallecidos en el mundo.