mayo 13, 2020
Escrito por Vannia Vergara PinnolaMás de alguna vez se ha escuchado decir que la comida “entra por los ojos”, pero ahora más que siempre este dicho toma sentido respecto a la realidad que se vive. Es que mientras se avanza hacia una nueva normalidad tras el Coronavirus y los cambios socio-económicos del país, son cientos las personas que han visto en la gastronomía y las plataformas tecnológicas una oportunidad para reinventarse.
A la crisis sanitaria, se suma la económica, ante la cual, por una parte, los ciudadanos, a pesar de no poder salir de sus casas, deben seguir comprando sus alimentos, ya sea por medio de canastas de frutas y verduras, almuerzos preparados o productos específicos. Mientras que por otra, tras el aumento del desempleo, las personas se han visto en la obligación de continuar generando ingresos, un impulso para que algunos se atrevieran a confiar en su arte culinario ofreciendo variedades de platos preparados o simplemente para vender alimentos.
Una de las ventajas detectadas con el aumento de estos negocios, es que la población prefiera servicios que promuevan el trabajo local, con la finalidad de potenciarse unos con otros. Cadena de valor en la cual el reparto a domicilio, también conocido como delivery, se roba la película, ya que luego de surgir como un servicio exclusivo para algunas industrias, actualmente se considera como una pieza clave en el abastecimiento, una modalidad de entrega que permite a las personas mantenerse en casa y recibir diferentes productos.
En este sentido, los clientes pueden realizar sus pedidos de múltiples maneras, dado que cuentan con un amplio abanico de posibilidades, ya sea, a través de formularios de contacto en sitios web, mensajes directos por redes sociales como Instagram o Facebook, aplicaciones de reparto como Pedidos Ya, Uber Eats y Rappi, o datos particulares referidos de cercanos sobre ciertas ventas.
Una gran oportunidad para los emprendedores que se suman al uso de plataformas digitales, quienes buscarán seguir capitalizando aquella fidelidad que por ahora han mantenido con sus clientes, esta vez a través del uso de nuevas tecnologías.